Linea Oeste

Los Vascos y Villa Luro

15/07/2014
Los Vascos y Villa Luro

La presencia de los vascos en el país se encuentra fuertemente entrelazada al tronco mismo de la historia argentina, se pueden ubicar entre sus primeros pobladores, en la defensa de Buenos Aires contra las invasiones inglesas, en la Revolución de Mayo, en las guerras de la independencia y en la organización política del país de tal manera es que sus descendientes participan activamente en el desarrollo de nuestra sociedad.

En lo que respecta a nuestro barrio, automáticamente lo relacionamos a los repartidores de leche quienes paraban en la granja nacional, casa de ramos generales, fonda, conocida por su tambo, con sus habitaciones anexas para viajeros y su cancha de pelota a paleta de gran popularidad en la comunidad vasca, ubicada en avenida Rivadavia 9854/56/58 en donde se encuentran actualmente las torres gemelas construidas por el Hogar Obrero y en donde en su planta baja funcionaba el Supercoop ( Rivadavia y Escalada); la extensión de las tierras de la granja nacional abarcaba desde el arroyo Maldonado a las calles Yrigoyen, Escalada, Alberdi hasta White y desde allí oblicuamente hasta el citado arroyo . Esta situación se repetía con diferentes matices en zonas cercanas como la fonda Euskalduna    frecuentada por los lecheros vascos (intersección s.o. de avda. Rivadavia y Mariano Acosta) o l a pulpería La Blanqueada en avda. Rivadavia y Bariloche (hoy José L. Suárez) en Liniers propiedad del vasco Miguel Echechiquia en donde unos trescientos vascos se acercaban a lavar sus carros, recipientes, animales y dejar en deposito las recaudaciones diarias en manos de don Miguel convirtiéndose de alguna manera en una especie de banco privado de la época. La presencia de los vascos en el expendio de leche comenzó en 1875, cuando comienzan a desplazar a los criollos en esta tarea, fueron los primeros en organizar su producción con los tambos y especializarse en elaborar un producto caro y raro, la manteca, reservada para determinados clientes, la primer fábrica se instala en el año 1876.

También otros recuerdan al vasco que hacía l lover conocido popularmente como el mago de Villa  Luro,  y al que muchos mencionaban como un “revolucionario del cielo” el ingeniero Juan Baigorri Velar (su apellido originario de bajo navarra y el segundo castellanizado Velar- Belarra nacido en Concepción del Uruguay , provincia de Entre Ríos), quien descubre a partir de un viaje en el tranvía 2 el cual hacía el recorrido “Plaza de Mayo-Liniers”, que en la avenida Rivadavia entre la altura del l0.100 al 10.200 se convertía en el punto mas alto de la ciudad, de acuerdo a sus aparatos de medición, circunstancia esta que lo lleva a instalarse en Villa Luro, un lugar ideal para la salud de su familia y realizar sus trabajos de investigación, precisamente desde el atillo de su casa ubicada en la intersección de las calles Araujo y Ramón Falcón comienza a mandar ondas electromagnéticas al cielo villalurense , convirtiendo al día mas soleado, en nubes de tormenta, generando con ello lluvias torrenciales en toda la ciudad, pero no ,  el título de este artículo esta vinculado directamente al dueño de las tierras donde nacería el actual barrio, me refiero al Dr. Pedro Olegario Luro .

Descendiente de vasco-franceses siempre mantuvo fuertes relaciones con la colectividad vasca marcando de esa forma un claro sentido de identidad y pertenencia a la misma, fue un representante de la generación del ochenta, la cual pretendía europeizar o tal vez afrancesar el país, hacia lo civilizado, despreciando lo autóctono en beneficio de lo extranjero, ellos se aferraban a la constitución liberal de 1853, la cual nos dice en su articulo Nº 25 en forma textual lo siguiente: “El gobierno federal fomentara la inmigración europea”, marcando con ello una clara preferencia e implícitamente de esa manera excluían en el mismo a la de cualquier otro origen ( vale mencionar que durante el neoliberalismo cuando es reformada la constitución nacional en 1994  se  incorporan diversos tratados y convenios internacionales sobre derechos humanos firmados por nuestro país, al rango constitucional, a fin de afianzar el respeto a la dignidad de las personas, pero el citado artículo no tuvo modificación alguna, generando con ello una contradicción, al cambiar algo para que todo continúe igual), de esa forma comienzan a ingresar los inmigrantes los cuales debían someterse a las ideas de la clase social dominante, de la cual Luro formaba parte, de allí su rechazo y odio contra los anarquistas que si bien provenían del viejo continente, sus ideas libertarias los conducían a organizarse y enfrentar el sistema político y económico que los explotaba en aquel  país que los recibía, la esencia de sus luchas revolucionarias  adquirían una dimensión de carácter internacional, poniendo de tal manera en serio peligro al camino trazado por los dueños del poder económico, para administrar al país como si fuera una estancia, en el marco de una sociedad en donde imperaba el liberalismo económico y el fraude electoral . En otros aspectos también se introducía lo europeo, así se avanzó con la arquitectura reemplazando la colonial por la francesa e italiana, luego continuarían con la flora cambiando la vegetación natural por especies exóticas, y finalmente en la fauna, un ejemplo claro de ello fue la incorporación del ciervo colorado y el jabalí como ocurrió en la estancia de San Huberto (santo “europeo” protector de los cazadores), provincia de la Pampa , propiedad de Pedro O. Luro convirtiendo a la misma en un coto de caza para los aristócratas y nobles europeos( la introducción del ciervo colorado generó las condiciones necesarias para desplazar de las áreas de pastoreo a los ciervos locales hacia zonas de mayor actividad de pumas y llevarlos  a  su  desaparición  por hambre , en lo que respecta al jabalí terminó invadiendo la región pampeana, extendiéndose a otras provincias y  generando  con  ello graves problemas en la agricultura).

El otro integrante de este relato, es el escritor Florencio de Basaldúa, quien participó activamente en actividades culturales de la comunidad vasca, nació en Bilbao (país vasco) España, el 23 de febrero de 1853 y falleció el 25 de Mayo de 1932 en el Campo “Sol de Mayo” cercano al sur de la capital Chubutense. Basaldúa un vasco naturalizado argentino, fue agrimensor trabajó en muchas mensuras judiciales y actuó como proyectista de obras hidráulicas, como el puerto de Santa Fe y en la idea de construir un canal de navegación desde el Río Bermejo, Chaco, hasta los esteros del Ibera , exploró el litoral argentino, específicamente la actual provincia de Misiones, autor del libro Pasado, Presente y Porvenir del Territorio Nacional de Misiones (una crónica de sus viajes por los ríos de la Mesopotamia y los esteros del Ibera). En el año 1900 es designado Secretario General de la gobernación del entonces territorio del Chubut, con anterioridad presentó un trabajo, que fue un megaproyecto para instalar una colonia vasca en Chubut a la que denominó  “Eskal-  Berri”  con  la creación de un banco que lo financiaría, el cual finalmente no prosperó. En el año 1910 el presidente Figueroa Alcorta lo designó Cónsul General de la República Argentina ante las Indias Orientales (en aquellos tiempos la India era colonia de la corona británica) con el fin de incrementar las relaciones comerciales y con el objetivo privado de estudiar sus culturas e idiomas. Su presencia en Calcuta le permite trabajar sobre ello, fue un investigador de los orígenes del pueblo vasco al defender la hipótesis de la existencia de una raza roja origen del pueblo vasco, defensor de la lenga vascuense o Euskera, siendo celebres sus discusiones sobre este tema con Miguel de Unamuno.

En 1910 en Calcuta escribe el libro “Memoria sobre la raza roja en la prehistoria universal” en donde expresa: (fuente revista Todo es Historia- Florencio de Basaldúa el ingenioso emprendedor por Horacio C. Regini) “ Como la sangre que corre en mis venas es la de la Raza Roja de los Eskaldun que viven sobre ambas laderas de las montañas Pirenia, tengo el deber filial de enaltecer su nombre demostrando, por medio de su sabio y antiguo idioma Eskera, que estamos estrechamente emparentados con vosotros de (Indostán), con los Egipcios, con los Pirhuas, y además arcaicos fundadores de las civilizaciones Americanas, desde México y Yucatán hasta los Kichés y Bogotá. Estas son las razones que han inspirado mi largo viaje desde el fondo de las pampas Argentinas hasta la orilla del sagrado Ganges, para aplacar mi sed de saber en el agua de vuestros santuarios, donde guardáis celosamente los antiguos conocimientos, adquiridos y acumulados  durante  millares  de años por los hombres de nuestra Raza Roja” también en el citado libro afirma “Falta (en mi patria de origen) generalizar la instrucción pública, reunir en un solo ideal nacional la familia hoy subdividida en banderías de política extranjera; es necesario proscribir anarquismos y sectas enfermizas que solo emplean el veneno, la bomba, o el puñal; es preciso proclamar la superioridad del Derecho sobre la Fuerza; y enseguida, esperar, con el libro en la mano, la hora ya próxima de la Paz Mundial, fundamentada en el Arbitraje Universal, para reconquistar la noble Nacionalidad Eskaldun. Tal es el fin que persigo en este libro”.

Basuldúa tenía una gran influencia entre los vascos , de allí se desprenden sus amistades entre las cuales se destacaban el director de la revista “La Baskonia” José Rufo de  Uriarte,   el   presidente   del “ Euskal Echea” Martín de Errecaborde, Pedro Luro hacendado de la Provincia de Buenos Aires y su hijo el Dr. Pedro Olegario Luro, sus relaciones  se extendían también al poder político en donde se pueden mencionar al senador Adolfo Saldias, y presidentes como Domingo F. Sarmiento, Luis Sáenz Peña, Julio A. Roca y José Figueroa Alcorta.

“La Vaskonia revista ilustrada” fue una publicación que nació un 10- 10-1893 y se publicó hasta el año 1943, siendo sus fundadores Jose Rufo de Uriarte (la cual dirigió durante 39 años) y Francisco de Grandmontagne y Otaegui, en 1903 es cuando modifica su grafía con caracteres vascos llamándose ese año “La Baskonia”, desde la cual se publicaban artículos vinculados a la política, el arte, la literatura y la historia contando sus lectores con la posibilidad de procurar trabajo, ofrecer servicios profesionales,  buscar familiares e migrados cuyo paradero desconocían, etc., es allí en donde se publicó en su edición Nº 638 del 20-06-1911 pagina Nº 448 en la sección notas sociales (datos que surgen del libro “Florencio de Basaldua - Un Vasco Argentino- Academia Nacional de Educación del autor Horacio C. Reggini) la siguiente noticia: “Que el Dr. Pedro Olegario Luro había tenido un gesto de generosidad hacia el estimado amigo y compatriota Florencio de Basaldúa un rasgo muy característico, tratándose de Baskos de su temple, ordenando a su escribano extender una escritura de propiedad de un solar en su Villa Luro a favor de Basaldúa”.

Dice la nota: “Que la donación fue motivada por la reconocida ilustración y el sobrado ingenio de Basaldúa, que le había enviado un ejemplar de su interesante libro “La Raza Roja” y que Luro encantado con la lectura del libro y queriendo significar su agradecimiento por el obsequio, como parte del precio del ejemplar, pues la otra parte es la cordial amistad que dispensa a uno de los mas significados campeones de la raza baska , le había regalado la propiedad. Este hecho fue una acción digna del ilustrado Dr.Luro , que no olvida su abolengo. El basko Basaldua aceptó el solar, pero a condición de construir un chalet que denominaría la raza roja y que a su muerte pasaría a ser propiedad de la Universidad de Buenos Aires, para que con su renta funde y mantenga una cátedra del idioma Esquera, este genial rasgo de Basaldúa así como la desprendida y digna actitud del Dr. Luro merecen ser conocidas de los Baskos, para que uno y otro recojan los aplausos a que se han hecho acreedores”.

Acerca de la propiedad en Villa Luro el escritor Horacio Reggini dice que no se encontraron constancias al respecto, un tema que seguramente abrirá las puertas para la investigación histórica, una hipótesis podría ser que fue solamente una promesa de Luro para su amigo Basaldúa, mientras tanto el misterioso chalet “La Raza Roja” comienza a formar parte de los mitos urbanos, pero lo importante de todo esto es que el nombre de Villa Luro queda asentado en una prestigiosa revista como fue “La Baskonia”, antes de la creación del apeadero Villa Luro, convirtiéndose por tal motivo en un valioso material histórico.

Recordemos que en un artículo escrito por el historiador Hugo Ricardo Corradi ( vale mencionar que por su iniciativa se fundó la Junta de Estudios Históricos de Villa Luro de la cual fue su presidente, el mismo ocupó el cargo de Director Jefe del Museo del Cabildo de Buenos Aires, fue autor del libro Guía Antigua del Oeste Porteño, miembro del Directorio del Museo Criollo de los Corrales, fundador de la Junta de Estudios Históricos de los barrios del Oeste Porteño, un destacado vecino del barrio que dedicó su vida al estudio de la historia y en especial de nuestra ciudad, quien falleció en el año 1995, en la actualidad una plazoleta ubicada entre las calles Yerbal y Calderón de la Barca recuerda su nombre) “Villa Luro barrio del centenario” el cual fue publicado por el boletín histórico de la ciudad de Buenos Aires Nº 6 (año 1982) se menciona el hecho de quedar registrado por primera vez en un documento la denominación Villa Luro para el barrio, y que fue en “El monitor de la Educación Común” órgano del Consejo Nacional de Educación en cuyo ejemplar Nº 458 del 28-2- 1911 aparecía la memoria anual del distrito escolar XIV, trazado a fines de 1910 y publicado por razones de espacio a principios del siguiente; en ella se consigna la escuela Nª 12, ubicada en Ramón Falcón esquina Homero: “Villa Luro” en la citada memoria aclara que se trata de la ubicada en Provincias Unidas (actual Juan B. Alberdi) y Escalada trasladada ese año a su nueva ubicación, donde se la ha instalado en dos casillas precarias de madera. En ese sentido ambos antecedentes confirman que se empezaba a marcar el sendero para la designación del nombre del futuro apeadero, lo cual sucedió un 1 de diciembre de 1911, durante la intendencia del Dr. Joaquín Samuel de Anchorena un poderoso estanciero de La Pampa; algunos sostienen que esa fue la forma elegida por la dirigencia política de aquellos tiempos para homenajear en vida al Dr. Pedro Olegario Luro y otros dicen que finalmente fue un fruto  propio  de  la  naturaleza humana, definiendo esta circunstancia con una frase que dice: “ Vanidad de vanidades todo es vanidad”, lo concreto es que los vecinos terminaron adoptando como propio el nombre de la estación ( factor fundamental en el desarrollo del barrio) en una primera instancia como un simple punto de referencia geográfico y con el transcurrir de los años la citada estación con sus andenes y construcciones anexas, puentes, casa del jefe de estación (demolida por la construcción de la autopista); junto al nudo ferroviario  que con sus cuatro ramales el de carga conocido como tren al Riachuelo, el de pasajeros uniendo a Sáenz Peña uno y a Versailles el otro (los tres fueron levantados), mas el que hoy continua a Once y Moreno respectivamente,   se convertirían e n importantes vías de comunicación en la ciudad, pero también en símbolos del barrio.

Jorge Luis Santiso


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