Linea Oeste

La Escuela Nº 18 festejó los 50 años de la inmigración coreana

01/11/2015
La Escuela Nº 18 festejó los 50 años de la inmigración coreana

Para conmemorar los 50 años de la inmigración coreana a nuestro país la Escuela Nº 18 D.E 20 “República de Corea” ubicada en la calle Murguiondo 76, realizó el 9 de octubre pasado un acto protagonizado por los alumnos de  dicha   institución y al que asistieron entre otros representantes de la embajada de Corea en Argentina, y la encargada del área de Educación de la Comuna 9, Olga Díaz. La inmigración coreana comenzó a arribar en la década de 1960 como resultado de una situación política y económica inestable luego de la Guerra de Corea (1950-1953). Los inmigrantes provenián especialmente de la República de Corea, también conocida como Corea del Sur y pasaron a constituir la segunda comunidad coreana más importante en América Latina en términos de población y la decimoquinta a nivel mundial, de acuerdo al Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur.

Los surcoreanos llegaron en virtud de un acuerdo intergubernamental entre los dos países. La fecha identificada como el inicio de la migración coreana a la Argentina es el 14 de octubre de 1965, cuando un grupo de trece familias deBusan llegó por barco a Buenos Aires rumbo a Choele Choel, en la provincia   de   Río   Negro   para comenzar un emprendimiento rural; pero el proyecto no funcionó y finalmente terminaron instalándose en Buenos Aires. Entre 1970 y 1978, quinientas familias más, un total de 2.800 personas, llegaron a la Argentina, con la intención específica del gobierno argentino de que se establecieran en las zonas rurales menos desarrolladas de Argentina. Se suponía que los nuevos inmigrantes poseyeran experiencia agrícola en Corea; sin embargo, pocos realmente la tenían. Debido a la falta de infraestructura económica y oportunidades de empleo en esas regiones, se vieron obligados a reinstalarse en centros urbanos.

Desde ese momento, el arribo de nuevas familias y grupos de migrantes coreanos al país se mantuvo activo.

Para 1990, residían en Argentina unos 40 mil coreanos, de los cuales muchos habían llegado entre 1984 y 1989. Entre esos años, se otorgaron permisos –según datos de la Dirección Nacional de Inmigraciones- a 11.336 familias de ese origen. Algunas se asentaron en la provincia y otras en la Ciudad de Buenos Aires, donde hoy reside el 80 por ciento de los coreanos que permanecieron en el país. El resto encontró su lugar en ciudades como Córdoba, Rosario, Tucumán y Puerto Madryn.

La población alcanzó un máximo de unas 50.000 personas en 1996. En el sur del barrio de Flores se asentaron la mayoría de los coreanos que llegaron al país, en lo que hoy muchos conocen como “barrio coreano” o “baek-ku”.

Por motivos comerciales, también eligieron el barrio de Once, además, se instalaron sobre la Av. Avellaneda. A fines de la década del 90, debido a la crisis económica que golpeó a pequeños y medianos comerciantes, muchos negocios de propietarios coreanos cerraron. Y a partir de la crisis de 2001, especialmente, aquellos que tenían un comercio en Once y otro en Avellaneda privilegiaron este último y cerraron el de Once. Así fue como se redujo considerablemente la cantidad de comercios de propietarios coreanos en esa zona y se hizo más importante para la comunidad la de Avellaneda. Los coreanos que llegaron al país concentraron sus actividades económicas en torno al comercio mayorista y minorista de alimentos, la indumentaria , la pequeña y mediana industria de confección, la importación de diversos productos.

En general forman empresas familiares y son famosos por su gran aplicación al trabajo y al estudio características que les ha permitido progresar en nuestro país. Los coreanos residentes en la ciudad cuentan con una fuerte tendencia a crear instituciones y agruparse. Las iglesias en su mayoría evangélicas, católicas y unas pocas budistas son, por lo general, el centro de sus redes sociales, las 40 iglesias evangélicas que crearon contribuyeron a armar la comunidad, funcionaron como fuente de información, como contención emocional y afectiva, como mediación entre las dos culturas y como centro de sociabilidad.

La Asociación Coreana Argentina institución, fundada en 1966, se dedicó a conseguir vivienda, salud, documentación y todo aquello que pudiera ser un obstáculo para la vida cotidiana de una persona que recién llega a un país nuevo y muchas veces desconocido, el Instituto Coreano Argentino destinado a la enseñanza de la lengua y la  cultura  coreana,  la Asociación Coreana de Empresarios de Argentina es la institución encargada de agrupar a los pequeños y medianos empresarios de la colectividad, núclea alrededor de 850 locales en el país, los cuales se concentran principalmente en la Avenida Avellaneda, en el barrio de Flores, y se dedican a la industria textil y el Centro Cultural Coreano fundado en el año 2006 es el lugar en el que se concentra la cultura coreana en Buenos Aires.

Fuentes:

Carolina Mera. La inmigración coreana en Buenos Aires (1998)

Revista del Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos, Mirta Bialogorski y Daniel Bargman


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