Una vez más y tal como había ocurrido meses atrás la fiscal Celsa Ramírez, a cargo de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N° 21 de la Ciudad, fue quien ordenó no el desalojo, como había sucedido con anterioridad, si no la demolición de los puestos comerciales que existían en los alrededores de la Estación de trenes de Liniers.
El operativo se realizó el 28 de diciembre desde muy temprano a la mañana , camiones gruas demolieron los puestos ilegales que estaban sobre ocho cuadras en las inmediaciones de la estación de trenes.
Según la investigación realizada se probó que la empresa estatal Playas Ferroviarias de Buenos Aires alquilaba a comercios particulares parte de las veredas del perímetro de la estación. A lo largo de unas ocho cuadras de la Avenida Rivadavia y las calles Francisco de Viedma y el pasaje Ángel Roffo, eran estructuras de material de tamaño reducido que funcionaban como locales de diversos rubros entre ellas : parrillas, bares, kioscos, jugueterías, compostura de calzado, peluquerías, panaderías, verdulerías, entre otras actividades , en los que se comercializaba mercadería de procedencia dudosa.
Por iniciativa de la Fiscal, los jueces Pablo Casas y María Cristina Nazar, convocaron a audiencias en la que participaron Playas Ferroviarias de Buenos Aires, la Agencia de Administración de Bienes del Estado y la Dirección General de Fiscalización de Espacios Públicos. Mediante estas audiencias se acordó la restitución de las veredas usurpadas al área de espacio público, previo desalojo y demolición de las estructura. En escasos días se concretaron los correspondientes desalojos, y se espera que en breve el espacio público sea reformado para ser funcional a las demandas del considerable caudal de usuarios del transporte público en esta arteria central para el ingreso a la Ciudad.
La Fiscal Ramírez viene llevando a cabo en la zona operativos contra la venta ilegal, a través de los cuales desbarató más de una docena de depósitos de mercadería ilegal y desguasó una feria de puestos improvisados a un costado del Ferrocarril Sarmiento, bajo el cruce de la Avenida General y el Pasaje Roffo ubicado en el límite entre Liniers y Ciudadela.
Los operativos se vienen realizando desde junio de 2017 cuando se desalojaron los locales de la calle Fco. De Viedma entre el pasaje Bueras y la calle Madero al borde de la EstacionLiniersy entre Viedma y Cuzco, luego siguieron en agosto con dos desalojos, uno de ellos con diez locales en la avenida Rivadavia y otro en el pasaje Roffo entre la colectora de la Avenida General Paz y el bajo puente de autopista; y en octubre se hicieron allanamientos en depósitos de la zona.
Después de haberse realizado desalojos de manteros en Once y en la Avda. Avellaneda se notó un fuerte incremento de vendedores en Liniers y había unos 900 puestos de venta ilegal, según el último relevamiento realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), ubicados sobre todo en las calles José León Suárez, entre Rivadavia y Bosch, Ibarrola, Ramón L. Falcón ,Fco. De Viedma y Cuzco y pasaje Roffo.
Según informó CAME , la venta ilegal en la Ciudad movilizó cerca de 1 millón de dólares en el año 2016.
El comercio informal callejero no es un problema exclusivo de la capital de Argentina, en todas las grandes ciudades pasa lo mismo y sobre todo es una actividad que realizan inmigrantes. En algunas ciudades están organizados en sindicatos como en Barcelona, y se los trata de capacitar en oficios como la pesca , actividad tan importante en esa ciudad, en otras metrópolis han optado por multar a los compradores, en Roma lidian con este problema también y en Nueva York se les otorgan licencias de autorización y en muchas otras ciudades se han construido mercados especiales al estilo lo que se hizo en Once para que vendan legalmente sus mercaderías.
Redacción Línea Oeste
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