Ninguneados por  las autoridades  y por casi  todas las agrupaciones políticas, quizás por el hecho de ser “simples vecinos”, finalmente es la justicia quien vino a dar una luz de esperanza a los problemas que enfrenta la población  de Liniers Norte que hace años denuncia el desastre ambiental en el que viven. En este sentido el jueves 1º de octubre se realizó en el Centro de Jubilados "Volver  a Vivir" de la calle  Reservistas Argentinos 450 una reunión en la que se explicó el alcance y los fundamentos del “Amparo  Ambiental Colectivo”, expediente   39.405,  caratulado “Barbaro Néstor  Omar  y  otros  contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”, presentado por los vecinos en el año 2010, que denuncia la problemática que enfrenta ese sector del barrio que limita  al norte con la Avenida Juan B. Justo, al oeste con la Avenida General Paz, al sur con el ex Molino Harinero PRO.VI.TA., las vías del ramal Sarmiento perteneciente a Trenes Argentinos Operadora Ferroviaria y su correspondiente Estación Liniers, y al este, por los ex talleres del Ferrocarril y el Polideportivo Club Vélez Sarsfield.

Temas tales como la construcción de la estación cabecera del Metrobús, la guarda y circulación de los colectivos de varias líneas , el caos y la inseguridad vial que provocan  los mismos operando en la zona sin ningún tipo de ordenamiento, la playa de estacionamiento en los terrenos del Ferrocarril Sarmiento, los ruidos, las vibraciones, los gases tóxicos, las  dificultades  para  cruzar  las calles por parte de los peatones, el club Vélez, las bajadas y subidas de la  autopista  25  de  Mayo y  el Santuario San Cayetano, convierten a ese sector del barrio de Liniers en un “área ambientalmente crítica” según la descripción que hace el art. 13 de la Ley 123 de Evaluación de Impacto Ambiental. En el amparo solicitan que todas las actividades, emprendimientos, proyectos y programas relacionados con el Transporte Urbano Automotor incluyendo los correspondientes   al   llamado corredor Liniers -Ciudad Universitaria de Buses Rápidos que vayan a ser localizadas en el barrio Liniers Norte, o lo hayan sido en los últimos meses, sean considerados como de Impacto  Ambiental  de relevante efecto debiendo cumplir, como lo dispone el Artículo 8º de la Ley 123, modificada por Ley 452, de   Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).

La charla estuvo a cargo del arquitecto Alejandro Ruggiero, referente de la organización Vecinos de Liniers Norte y tuvo la finalidad de explicar a los vecinos detalles sobre esta acción judicial y organizar los pasos a seguir, ya que la posibilidad de incorporar testimonios y denuncias al amparo vence el próximo 26 de octubre.

Entre los presentes se encontraba el Comunero 9 del MST Rubén Tzanoff.

El arq. Ruggiero, describió la situación del barrio y entre otras cosas dijo: -“En la zona de Liniers Norte coexisten a la fecha, un parador que es la cabecera terminal del Metrobús en Francisco de Viedma y Gana, una terminal de colectivos en el Bajo Autopista de Gallardo - Madero - Reservistas Argentinos, que comenzó a funcionar como tal, a partir de una nota del Jefe de Gabinete y futuro gobernador de la Ciudad Horacio Rodríguez Larreta, quien solicitó el predio para tal fin, antes era usado como estacionamiento para autos particulares.

Todas las paradas cabeceras de los colectivos en la zona de la Estación Liniers, del lado norte , paradas terminales y de inicio de recorrido, han sido reubicadas.

La declaración de Impacto Ambiental (Ley 123) del Metrobús fue dictada “Sin relevante efecto” para el tramo ubicado sobre la Juan B. Justo entre el 700 en Palermo y el 9.400, a la altura del Carrefour, esquina calle Barragán. El resto de los recorridos y obras no tiene la declaración de Impacto Ambiental que exige la Ley 123, o sea que todo el tramo de Liniers Norte y sus actividades no completaron la evaluación correspondiente.

Así al modificarse toda la configuración de las paradas, las calles de Liniers Norte hoy se han vuelto una gran playa de maniobras y estacionamiento para l os colectivos ya que l a construcción del parador cabecera en Viedma y Gana desplazó las paradas de las otras líneas. Así la línea 109 no tiene lugar para maniobrar como es debido en Madero y Viedma, sus unidades deben ir marcha atrás para acceder a la parada inicial. La línea 108 no tiene lugar para parar como es debido en su parada cabecera inicial, en Gana y Viedma también maniobra hacia atrás. La calle Gana es "propiedad y patrimonio" de la línea 34 que para y regula sobre esa arteria en doble fila, además de no tener el espacio físico para que desciendan los pasajeros como marca la Ley. La línea 21 ha acomodado sus paradas como pudo sobre Viedma, entre Bueras y Gana. La línea 106 deja sus pasajeros en Cuzco y Bynnon, donde además regula junto con las unidades de la línea

99 y además ha desplazado su parada cabecera inicial sobre Viedma unos metros hacia Cuzco. Toda esta situación de reubicación de las paradas, áreas de regulación y recorridos se hizo de manera espontánea, sin ningún tipo de estudio o intervención del estado.

El resultado está a la vista, un desastre urbano.

Además esta el tema de la Playa de Cargas de la Estación donde operan las terminales de las líneas de colectivos de la 109 y 21/108. Allí se guardan más de 70 colectivos que operan, regulan y estacionan sin ningún tipo de estudio ambiental conforme lo indica la Ley de acuerdo a las características del predio.

Es por todo esto que los Vecinos presentamos un amparo para que se estudie la situación en función al ambiente sano y resguardado que establecen las Constituciones de la Ciudad y la Nación.

El sector de Liniers Norte - unas 20 manzanas encerradas entre la Juan B. Justo, General Paz, Rivadavia y los  Talleres   del   Ferrocarril - constituye una zona ambientalmente crítica dónde además  de  la  operatoria  de  los colectivos se observan una serie de factores y situaciones de relevancia- tales como la Iglesia de San Cayetano y sus celebraciones, el Estadio de Vélez Sarsfield y sus actividades socio-culturales y deportivas, las ramas de acceso y descenso a las Autopistas Perito Moreno y del Oeste, y los numerosos establecimientos escolares de la zona. Todas estas situaciones y sus actividades propias deben contemplarse y observarse en conjunto a la hora de hacer cualquier tipo de Estudio y/o emprender el desarrollo de un proyecto para no afectar la calidad de vida de los ciudadanos del lugar.

Como se trata de un sector amplio y somos muchos vecinos involucrados, el Juez encuadró el amparo como una causa colectiva; esto implica que necesariamente se tiene que abrir a todos los actores interesados de la zona, según se nos explicó en la Audiencia celebrada en el Juzgado. Por eso se hace la convocatoria para que los interesados se puedan sumar a la causa. Hay plazo hasta aproximadamente el 26 de octubre”.