El soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, proyecto que prometía llevar el tren a través de un túnel de 18 kilómetros de extensión, beneficiando así a más de 200.000 usuarios, seria suspendido a partir de hecho de que  el presidente Mauricio Macri firmara un acuerdo de intención con Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

La posibilidad de que esto ocurra se debe a que en  dicho documento se establece que los fondos que hasta ahora eran destinados a financiar obras públicas como el mencionado soterramiento, deberán ser destinados al pago de los acreedores externos. A esto se suma el hecho de que los bancos Deutsche Bank, HSBC e Intesa, los que oportunamente habían anunciado una inversión de más de 900 millones de euros para garantizar el progreso de las obras, tomarían la decisión de dar marcha atrás con dicho aporte.

El soterramiento, asegura un importante impacto urbano en el oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en las localidades del Conurbano Bonaerense que cubre dicha línea ferroviaria, que van desde Ciudadela hasta Moreno, ambas inclusive.

La asociación Usuarios Organizados del Sarmiento, a través de su página de Facebook, muestra  que están a la venta buena parte de los espacios colindantes con la traza de dicha línea de ferrocarriles, los que esta previsto que queden libres luego del soterramiento; agregando que “esas tierras van a ser liquidadas para negocio inmobiliarios. De hecho ya hay varios proyectos sobre las mismas.”

A este complejo escenario se suma la causa por presuntos sobornos en el proceso de licitación de la obra de soterramiento. En dicha causa se encuentra involucrado Ángelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri y ex titular de la firma IECSA (concesionaria de la obra), que al momento de la licitación pertenecía al Grupo Macri.

Redacción Línea Oeste