El pasado 18 y 19 de junio se realizó en el Centro Cultural La Chacra de los Remedios del Parque Avellaneda, el encuentro Folk más grande de la Ciudad de Buenos Aires, el Buenos Aires Folk Open Air, el evento que se realiza desde hace varios años ofreció excelentes bandas musicales de folk, danzas, una feria medieval, , artesanos que ofrecián productos tales como hidromiel entre otros brebajes y pociones, orfebres que vestidos con pieles y haciendo muestra de recreacionismo histórico exhibían cuchillos y armas antiguas, joyeros, ilustradores, recreacionismo esotérico y libros, entre otras cosas, que transportaron a los concurrentes hacía esa época medieval que tanto gusta a los amantes del género.
Se trata de un evento independien-te que cuenta con el auspicio del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y que se presenta en forma gratuita. Hubo folk metal, celta, irlandés, escocés, nórdico y sueco. También presentaciones de danzas tradicionales europeas, entre las que se mezclaron el estilo renacentista, el tribal, las galegas y bailes con fuego.
El término folk, es una palabra reciente, que derivaría de la expresión alemana Volk, que significa “el pueblo como un todo”, y fue aplicado, por el teólogo, filósofo y crítico literario, Johann Gottfried Herder, a la música popular y nacional, un siglo antes de que el vocablo folklore comenzara a utilizarse para describir las tradiciones, costumbres y supersticiones de las clases incultas. Herder recopiló canciones populares de la Edad Media, que habían sobrevivido por la tradición oral.
Según el antropólogo Alexander Goldenwiser las sociedades folk son las que están a medio camino entre las primitivas y las urbanas, se trataba de sociedades pequeñas, analfabetas y que se encontraban aisladas, en ellas florecía una cultura local, homogénea y el conocimiento no estaba sistematizado ya que carecían de escritura. El conocimiento pasaba de padres a hijos, de ancianos a jóvenes, y el individuo acumulaba saber a medida que envejecía, de ahí la autoridad y prestigio de los más viejos, por lo tanto la semejanza entre sus miembros era notoria, como también la semejanza entre las distintas generaciones. De ahí que los cambios culturales eran lentos. No existía la división del trabajo, salvo las dadas por diferencias de género y edad. La sociedad folk era un pequeño mundo, económicamente independiente, que consumía lo que producía, con escaso intercambio con otros grupos.
Lara Varela
Fuente: La sociedad folk Robert Redfield
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