Hace algunas semanas aparecieron en el frente del edificio del ex Colegio Santa Rosa, carteles que anuncian: “Instituto Educativo Modelo A-986. Nivel Inicial -Primaria (Jornada completa) – Secundaria. Abierta la inscripción 2025”. 

La agrupación SOS Caballito luchó desde el 2015 por la recuperación del edificio, ubicado en la calle Rosario 638 y pasaje San Ireneo, como escuela pública. Fue cuando se tomó conocimiento de un emprendimiento inmobiliario que incluía locales comerciales, varias torres de viviendas en altura, subsuelos de cocheras en el predio que incluía el edificio histórico del Santa Rosa.

Desde SOS Caballito se desarrollaron acciones de participación ciudadana, se dio apoyo y organización para canalizar la oposición a ese proyecto de violencia inmobiliaria que atentaba contra la calidad de vida del barrio.

A lo largo de estos casi diez años desplegaron  acciones junto a agrupaciones de padres, sindicatos docentes, ex alumnos del Santa Rosa, vecinas y vecinos, el Consejo Consultivo de la Comuna 6 y partidos políticos, se promovieron proyectos de ley en la Legislatura, iniciativas junto a diputados porteños para atender la problemática de la falta de vacantes en jardines maternales y en escuelas medias cercanas que comparten edificios y carecen de espacios pedagógicos para el desarrollo de la currícula en ese nivel.

El nuevo emprendimiento aprovechará las características del edificio que, como tantas veces se planteó, cuenta con más de 5.000m2 de espacios educativos adecuados para su funcionamiento, sin requerir más que una actualización después de permanecer doce años cerrado.

Asimismo, defendieron los méritos patrimoniales, tanto materiales como inmateriales, de la trama que constituye el espacio urbano del Pasaje San Ireneo con el edificio centenario que tiene valor histórico, testimonial, arquitectónico y de pertenencia al barrio de Caballito. 

Aunque su propuesta de recuperar el Ex Colegio Santa Rosa como escuela pública no pudo lograrse, reconocen  que, como el lema a lo largo de su militancia fue: “Caballito necesita escuelas, NO Torres”, es reparador que no se haya concretado el proyecto del mercado inmobiliario que hubiese producido graves consecuencias simbólicas, urbanas, sociales y de calidad de vida.

La emblemática agrupación promete: “Seguiremos en la defensa de los valores patrimoniales del edificio en tanto es una historia viva, representativa del barrio, que se perpetúa a través del tiempo”.