Así  lo expresó Rubén "  Pollo " Sobrero,  secretario general de la Unión Ferroviaria Seccional Oeste, es que no importa cuál sea la fecha, el anuncio de “servicio limitado” es casi permanente. Los motivos que se aducen son diversos: accidentes, colisiones en pasos a nivel, desperfectos técnicos. Sin embargo, más allá de circunstancias eventuales, como las que puede haber en cualquier servicio de transporte, parece que existe un denominador común: la situación económica.

El Ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento, conocido como la Línea Oeste, es una de las seis que componen la red ferroviaria argentina. Su trazado se inicia en la estación de Plaza Miserere y llega hasta la provincia de Mendoza. Pero el mayor caudal de usuarios se ubica en su recorrido de Moreno a Once. Ya se sabe, por otra parte, que el servicio de larga distancia, será completamente desactivado en un tiempo muy breve. La privatización es el objetivo del Gobierno Nacional.

 En 2014, después de haber pasado por distintas concesiones, se hace cargo del servicio “Trenes Argentinos Operaciones”, empresa del estado que renueva el sistema y moderniza el equipamiento. Hasta ese año, el trayecto Moreno-Once, contaba con unos 130.000 pasajeros diarios. A partir de su remodelación y de las nuevas posibilidades técnicas, la cantidad de usuarios aumentó el 130%. Hoy son casi 300.000 los pasajeros que se trasladan diariamente en ese trayecto. Durante una década, aún con altibajos, el servicio funcionó con bastante corrección. Nunca más se registraron accidentes como los del 2011 en Flores, 2012 en Once o 2013 en Castelar. Las mayores dificultades se centraron en la falta de una adecuación completa entre unidades y cantidad de pasajeros, sobre todo en horas pico. Aunque las mejoras fueron notables, el recambio de material tuvo sus límites. Pero la desinversión del último año está llevando al Sarmiento a un estado de colapso. Así lo afirmó en estos días Rubén “Pollo” Sobrero, secretario general de la Unión Ferroviaria Seccional Oeste: “Desde hace muchísimo tiempo que se viaja mal y vamos a estar peor porque el gobierno nacional ha tenido una política de no inversión en el sistema ferroviario y eso ha provocado que ya no podamos garantizar lo mínimo que tiene que ver con la seguridad” ,  debido a la cantidad de dificultades que se padecen en este ramal, los trabajadores delegados realizaron, el jueves 19 de junio, un “banderazo” en la estación Once para conversar con los usuarios y explicar las causas de las cancelaciones y lo retrasos. En esa asamblea, señalaron como principal responsable al ajuste implementado por el Gobierno de Javier Milei, lo que habría profundizado la desinversión en el sistema ferroviario. “No queremos política de motosierra”, dijo Sobrero. “En los últimos meses se registraron colapsos en el sistema de señales… obligando a circular a 12 kilómetros por hora entre Floresta y Once. Es un calvario diario para trenes repletos de pasajeros”. Pero a la desfinanciación que golpea de lleno en el mantenimiento del sistema, se agrega otra realidad que también fue mencionada por los delegados y que también estaría vinculada a cuestiones económicas cada vez más complejas: “todos los días hay accidentes, gente que se arroja a las vías, autos que cruzan mal y descarrilamientos. Es constante".

En el mismo sentido la delegada Mónica Schlotthauer (y ex diputada nacional de Izquierda Socialista/FIT Unidad) expresó : “Por otro lado, empieza a practicarse el desguace, desarmando una formación para usar los repuestos, usados obviamente, en otras. Todas estas prácticas terminaron muy mal en otros años. El ajuste incluye la reducción de personal que pone al borde de la paralización del servicio. Por todo esto, las y los ferroviarios decimos que es necesario un ferrocarril estatal, que unifique en una sola empresa el servicio de carga con el pasajero y administrado por trabajadores y usuarios”.

Redacción Línea Oeste